Bueno hoy tengo flojera así que no produciré material simplemente reproduciré algo de la información que ya tengo en la cabeza, así que hoy tocará hablar de la castración.
Todos hemos escuchado el término castración, ya que se usa de manera habitual, se escucha en los medios de información, a veces en la plática cotidiana y sobre todo en el veterinario cuando castramos a las mascotas. Sin embargo el término castración también se refiere a un corte, como bien sabemos, pero es un corte a nivel dinámico y psíquico.
La castración es un acto necesario durante el desarrollo de una persona, es necesario que a la persona se le corte o se le retiren cosas para que desarrolle conciencia de individualidad y deseo. Lo que primeramente y principalmente se corta es la relación de la madre con el hijo, así el corte tiene que ser realizado por el padre, por aquel hombre al que la madre reconoce como padre de su hijo.
El niño hasta antes de la castración vive en una pequeña y peligrosa ilusión en la cual lo "único" que necesita su mamá es de él. El niño cree que él es el único capaz de satisfacer los deseos de su madre, que la relación con ella esta asegurada ya que él es el satisfactor total de ella; en el mundo de niño sólo existen ella y él en mutua complicidad para procurarse y satisfacerse.
Pero este escenario es sumamente peligroso, porque si el niño se asume como "falo" de la madre entonces su propio deseo queda ligado al de ella, él deseará el deseo de su madre y por tanto estará a merced de lo que ella pida y haga, una pequeña prisión, una jaula de oro que condena al niño a no poder reconocerse como individuo y donde siempre será víctima del deseo de Otro.
He aquí donde el padre debe hacer su valeroso rescate, debe realizar una de sus más importantes tarea la cual consiste en cortar esa relación, el padre debe hacer acto de presencia y mostrarle al niño que la realidad que él vive es solo un espejismo, ya que el deposito del deseo de su madre no sólo es él sino tambien el papa, el trabajo, los amigos y muchos otros. Este es el valioso acto de la castración: mostrarle al niño que él no es el único, solo es uno entre muchos otros medios por los cuales su madre halla la satisfacción de su deseo.
Esté es el complejo de Edipo y su resolución, la relación madre-hijo y su ruptura a partir de la intervención del padre para que al final el niño asuma esta realidad, con todo el dolor que ello con lleva, y pueda instaurarse como individuo, en recanocimiento de su propio deseo, en separación con su madre y su identificación con la figura paterna la cuál le dará una imagen, un ideal el cual seguir. Es la castración la que le da oportunidad de volver al sujeto un neurótico y con ello su propio desarrollo.
En la imagen inicial se ejemplifica este triángulo entre padre-madre-hijo, donde el hijo reclama a su madre como suya exclusivamente y donde el padre debe hacer de tijera entre ella y el hijo, la castración es una ley que debe seguirse, que debe aplicarse con todo su rigor y como diría Montesquieu “La ley debe de ser como la muerte, que no exceptúa a nadie”, si esta ley no es aplicada las consecuencias pueden ser devastadoras.
A grandes rasgos y de manera sencilla en esto consisten el Edipo y la castración, el proceso varía un poco entre niño y niña, pero el final debe ser el mismo. Aceptar esta primera castración le permite al niño tolerar y entender todas las demás que vengan en el futuro, le permite crecer y hacer una vida, para uno.
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